CONSULTORIO PSICOLÓGICO Y ATENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
Se prestan servicios psicopedagógicos para todas las edades: Terapia de Juego para niños, Terajuego para adolescentes, Orientación psicoeducativa y vocacional. Terapia individual para adultos.
Asesoría Psicológica en todas las edades.
Este es un espacio dedicado a todas las personas, regularmente encontrará artículos de su interés relacionados con el desarrollo social, emocional, intelectual así como diversos temas de interés general.
Bienvenidos y esperamos sus comentarios y sugerencias.
Psic. Montserrat Espinosa Santamaría
Lic. y Mtra. en Psicología por egresada de Ciudad Universitaria, UNAM.Especialista en Terapia de Juego.
Celular y WhatsApp: 55 28 48 38 63
Psic. Araceli Grimaldo Dorantes
Lic. en Psicología por la Universidad Insurgentes.
Especialista Certificada en Estimulación Temprana y Prenatal
Celular y WhatsApp: 55 17 02 69 18
Nos encontramos en:
Eje 8 Sur Calz. Ermita (Eje 8 Sur) #308 Planta Baja, casi esquina con Vía Láctea. Colonia Cacama, Ciudad de México.
*Atención con Previa Cita.
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miércoles, 9 de marzo de 2022
lunes, 9 de abril de 2018
¿Ya estudiaste para tu evaluación de ingreso al Servicio Profesional Docente?
Psic. Montserrat Espinosa Santamaría
Lic.y Mtra. en Psicología por la UNAM
Eres Psicólog@ o pedagog@ y ¿Te inscribiste a la evaluación de ingreso al Servicio Profesional Docente 2018?, aún estás a tiempo de inscribirte!, El sábado comenzamos el curso-taller para estudiar, el proceso de ingreso consta de 3 fases:
a.
Primera fase:
• Publicación
y difusión de las convocatorias.
• Pre-registro.
• Registro,
recepción y revisión de la documentación.
b. Segunda fase:
• Aplicación de los instrumentos de evaluación.
c.
Tercera fase:
• Calificación.
• Conformación
de las listas de prelación.
• Asignación de plazas.
Fechas de Aplicación de Exámenes Educación Básica: del 19 de mayo al 3 de
junio.
Emisión de Resultados 18 de julio en el portal de la CNSPD http://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/
Asignación: 16 de agosto-31 de mayo.
miércoles, 28 de febrero de 2018
jueves, 22 de febrero de 2018
miércoles, 28 de septiembre de 2016
¿Cómo ayudar al autocontrol? Regulación de emociones con la Botella de la Calma
Recomendaciones para el uso de la botella de la calma.
La
experta en Educación María Montessori nos propone una técnica para apoyar a los
pequeños (y adultos también) a autorregularse cuando las emociones sean muy
altas, están llorando o enojados y nos preocupan esos momentos en los que los
niños pierden el control, les domina un berrinche y no son capaces de gestionar
sus impulsos.
Con la botella
de la calma o la paz (además de paciencia y comprensión firmes), podemos
apoyarlos al brindarles esta herramienta que les ayudará a gestionar sus
emociones y autocontrol para calmarse y sentirse mejor, a hacer más lenta la
respiración y el latido de nuestro corazón, y se llama autocontrol. Al igual
que los copos de la botella cuando la dejamos quieta se calma, con las
emociones y pensamientos pasa igual, ayuda también a mejorar la atención y la
concentración.
Según estudios en neuropsicología, mientras que el niño observa la caída
de brillo, puede organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el
niño está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y al
ver la lenta caída del brillo, genera un modelo visual para inconscientemente
entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. Además, mientras
sucede esto, el adulto puede proporcionar un espacio para que el menor
trate de explicar las razones de la tristeza, la ira o la frustración.
Hay que considerar que cada niño responde de una manera diferente y que
habrá que probar el interés que tenga frente a este pote de la calma. Asimismo,
que éste funciona mejor con niños de dos a cinco años, y es importante que el
tamaño del bote sea el apropiado al tamaño del niño.
Es recomendable elaborar la botella con el niño, hacerlo
partícipe y platicar que al agitarlos se mueven muy rápido (como nuestros
pensamientos y emociones cuando estamos nerviosos, enojados o asustados), y que
al dejar la botella quieta los brillos empiezan a moverse cada vez más despacio
hasta quedarse quietos en el fondo, así ellos
entienden que al igual que la botella se agita y se calma, a las personas nos
pasa igual. (Si
el brillo se asienta demasiado rápido pueden agregar más pegamento al
líquido. Si es demasiado lento, se puede añadir un poco más de agua, la parte
superior de la botella quede firmemente cerrada.)
Es muy sencillo, cuando el niño se presente exaltado deberá
tener a la mano la botella y en lugar de pegar, gritar o aventar objetos tomar
la botella, agitarla y observar: mientras el brillo se está asentando, el
pequeño tiene algo para concentrarse y esto lo ayudará a calmarse.
No se preocupen si los niños no entienden muy bien las primeras veces, con la práctica irán comprendiendo:
Agitamos
la botella y la apoyamos en el suelo, tenemos que observar muy atentamente como
los brillitos poco a poco se van a ir moviendo más despacio, y seguiremos
mirando hasta que se quede totalmente quieta en el fondo. En este momento nosotros ahora también
estamos muy calmados porque hemos parado.
En casa podrán usar la botella cada vez que se
sientan nerviosos, asustados, enojados o incluso molestos. Que sólo tienen que
agitarla y observarla quietos esos segundos para calmarse, en cada ocasión.
La botella logra reenfocar la mente sin que sea
necesario que los adultos acabemos interviniendo con castigos, gritos o
amenazas.
Los niños suelen emocionarse mucho al principio con
la botella, y a veces con la euforia les cuesta calmarse, pero suelen aguantar
muy bien el tiempo atentos cuando ven que todos lo hacemos, podemos usarlo toda
la familia. Todo lo que hagamos los adultos, les motivará a los niños a
hacerlo e imitarlo, hay que ponerles el ejemplo.
En
el caso del salón de clases puede haber una botella para todo el grupo o cada
niño tener su propia botella (no se aconseja que solo uno o ciertos niños
tengan botella, para evitar etiquetarlos o señalarlos). Si es el caso que cada
niño tenga su propia botella, el pequeño puede elegir ponerle una etiqueta con
su nombre y un dibujo.
*En
niños más grandes, adolescentes o adultos puede ser el tiempo para que piense
respecto a su actitud.
Psic. Montserrat Espinosa Santamaría Lic.y Mtra. en Psicología por la UNAM
jueves, 15 de septiembre de 2016
MANEJO DEL DUELO EN NIÑOS PREESCOLARES
Cuando hablamos de duelo nos referimos al
conjunto de fenómenos que los seres humanos manifestamos en los ámbitos
psicológico, biológico y social tras una pérdida afectiva. El duelo consiste en
un proceso adaptativo, es decir, que “se va elaborando”. Se trata de uno de los
acontecimientos más estresantes en la vida de una persona y cada individuo necesita
un tiempo variable para la recuperación.
Un caso especial de riesgo son los niños
que pierden a su padre o madre, cuando alguna de estas figuras importantes está
ausente los pequeños experimentan una angustia de separación.
El concepto de muerte es abstracto y
complejo, la forma de abordarlo depende de múltiples factores como la edad,
educación, creencias religiosas, estabilidad emocional, entre otras.
Hasta los 3 ó 4 años hay una ignorancia
relativa del significado de la muerte y no se considera como algo definitivo.
Se suele confundir la muerte con el dormir. Entre 4 y 7 años, la muerte sigue
siendo un hecho temporal y reversible, y los muertos tendrían sentimientos y
funciones biológicas. Pueden preguntar cómo come el fallecido o si va al cuarto
de baño. También puede haber “pensamientos mágicos”, en el sentido de que
pueden creer que un mal pensamiento de ellos causó esa muerte. Entre 5 y 10 años,
la muerte sería final e irreversible, pero los muertos conservarían algunas
funciones biológicas. En muchos niños antes de los 10 años, la muerte sería
irreversible y consistiría en el cese definitivo de todas las funciones
biológicas. En casi todas estas edades, el hecho de la muerte le ocurre a los demás y no se piensa en
una muerte propia.
En realidad, antes de los cincos años no
se llega a entender los tres componentes básicos de la muerte:
1. Es irreversible, definitiva y
permanente,
2. Consiste en la ausencia total de las
funciones
vitales y
3. Es universal, es decir, que nadie
escapa de morir.
También antes de esa edad es muy escasa la
tendencia a llorar por un duelo. Lo que suele haber, sobre todo, es perplejidad
y confusión. Es por eso que preguntan reiteradamente por el fallecido: dónde
está y cuándo volverá.
Hay tres temores muy frecuentes en el
duelo infantil:
1. ¿Causé yo la muerte?,
2.- ¿Me pasará
esto a mí? y
3. ¿Quién me va a cuidar?
Puede dividirse el proceso de duelo en los
niños en tres fases:
1. Protesta. El niño añora amargamente al
progenitor fallecido y llora suplicando que vuelva,
2. Desesperanza. Comienza a perder la
esperanza de que vuelva, llora intermitentemente y puede pasar por un período
de apatía,
3. Ruptura de vínculo. Empieza a renunciar
a parte del vínculo emocional con el fallecido y a mostrar interés por el mundo
que le rodea.
Igual que ocurre en los adultos, existen
unas manifestaciones del duelo infantil que se consideran
normales y que se enumeran a continuación:
• Conmoción y confusión al haber perdido a
una persona amada.
• Ira por haber sido abandonados y que
pueden ponerse de manifiesto en juegos violentos, pesadillas y enfado hacia
otros miembros de la familia (dar patadas, por ejemplo).
• Vuelta a etapas anteriores del
desarrollo emocional con conductas más infantiles (exigiendo,
por ejemplo, más comida, más atención,
hablando como un bebé o miedo a la oscuridad).
• Culpabilidad derivada de la dificultad
de relación con el fallecido o de la creencia de haber
causado su muerte por el mero hecho de
haber deseado en algún momento que ya no
estuviera o que desapareciera.
• Tristeza por la pérdida, que se puede
manifestar con insomnio, anorexia, miedo a estar
solo, falta de interés por las cosas que
antes les motivaban y disminución acentuada del
rendimiento escolar.
Miedo a perder al progenitor que sigue
viviendo o ser abandonado por éste.
El pequeño puede presentar cualquiera de estas
manifestaciones o algunas otras, hasta el momento, en el consultorio he observado
la última que está en negritas.
El abordaje debe ser un trabajo en equipo
con la familia, ustedes como escuela y su servidora en consultorio. Hay que
proveer de afecto a Iñaki, darle confianza, escucharlo, platicar con él y
resolver sus preguntas sin dar información FALSA o EXCESIVA (como por ejemplo
que su mamá está en el cielo o lo está viendo, ya que a su edad toma las cosas
de forma literal y la va a seguir buscando al voltear al cielo).
Los limites y responsabilidades de Iñaki
deben ser estables, es decir los mismos que para el resto de los niños (en el
caso de la escuela) necesita consistencia en la disciplina impuesta por los
adultos responsables de su educación, hay que evitar victimizarlo o etiquetarlo
como por ejemplo: “pobrecito es que se murió su mamá”, tanto directamente a él
o por medio de los otros niños del grupo.
En los niños no es demasiado frecuente la
tristeza o el abatimiento como en los adultos, sino que las manifestaciones del
duelo suelen ser más bien cambios de conducta o de humor, alteraciones en la
alimentación y en el sueño, y disminución del rendimiento escolar.
La mayoría de las conductas y de los
sentimientos se van atenuando con el paso de los meses, excepto la conexión con
el familiar fallecido, que se alarga en el tiempo y que sirve para elaborar la
pérdida.
Hay que estar muy alertas a los signos de un duelo complicado:
b Llanto frecuente,
b Berrinches o signos de agresividad,
b Apatía,
b Pérdida de interés por actividades que
antes le resultaban placenteras,
b Alteraciones del sueño con pesadillas,
b Miedo a quedarse solo,
b Dolores de cabeza o dolencias físicas,
b Imitación excesiva de su mamá y
expresiones repetidas de reencontrarse con ella,
b Disminución del rendimiento escolar o no
querer ir a la escuela.
Recomendaciones para casa y escuela:
A
nivel general, convendría “educar para la muerte” a nuestros hijos desde los
primeros años, quitando dramatismo a un hecho natural y que nos rodea en todo
momento. Casi la mitad de los niños entre dos y seis años han vivido alguna
experiencia cercana de muerte (vecinos, abuelos, animales). Sería muy
conveniente introducir el tema de la muerte en los colegios.
Anexo
algunos libros que pueden apoyar a abordar el tema de la muerte con los niños
de preescolar:
• Caracoles, pendientes y
mariposas – Alvarez A. – Ed.
Edelvives, Madrid 2002
• Los niños y la muerte – Kübler-Ross E. Ed. Luciérnaga, Barcelona 1992.
• Osito y su abuelo – Gray N. Ed. Timun Mas, Barcelona 1999.
• Recuerda el secreto – Kübler-Ross Ed. Luciérnaga, Barcelona 1992.
• Te echo de menos – Paul Verrept, Ed. Juventud. Barcelona 2000.
• Consejos para niños
antes el significado de la muerte –
Wolfelt A. Ed. Diagonal, Barcelona 2001.
• Mamá, ¿qué es el cielo?
– Shriver M. Ed. Salamandra, Barcelona 2000.
• Se ha muerto el abuelo
– Saint Mars D. Bloch S. Ed. Galera, Barcelona 1998.
El
tabú que la sociedad actual tiene sobre la muerte y cualquiera de sus
manifestaciones no es lo más apropiado por una correcta educación. La muerte no
se lleva porque es símbolo de decadencia y fracaso. Hay que ocultarla a toda
costa en esta sociedad tecnológica que nos ha tocado vivir. La cultura que no
valora la muerte, tampoco valora la vida (3,4). A este ocultamiento lo llama
Carlos Cobo, el mayor experto en duelo infantil de nuestro país, “la Gran
Mentira”. Dice el psiquiatra infantil del Hospital “La Paz” a este respecto: “A
menudo, hablo de la muerte con niños. Les pregunto si han tenido
experiencia de seres queridos que hayan fallecido y, a partir de ahí, sobre
todo si la respuesta es afirmativa, me es fácil entablar una conversación en la
que la primera parte es más indagatoria y luego se abre más a su espontaneidad,
a sus asociaciones libres y a expresiones creativas, como el dibujo, que da
pie, a su vez, a más contenidos verbales sobre el tema”.
Conviene favorecer la expresión de las emociones
y la comunicación empática. Frases como “No llores”, “No estés triste”, “Tu
llanto no va a revivirlo”, etc. pueden abortar esta expresión e impedir que el
niño se desahogue. Hablar del padre o de la madre que ha fallecido no es
producir sufrimiento en el niño, sino que le consuela y le ayuda a elaborar la
pérdida. Hay que hablar de la persona fallecida con toda naturalidad.
Utilizar sin reparo la palabra “muerte” y
decirles que todo lo que vive, muere algún día.
La información al niño suele ser tardía y
equívoca. Muchos padres, en su afán de proteger al niño, le informan de que el
progenitor fallecido se ha ido de viaje, está en el hospital o se ha quedado
dormido, lo que complica el proceso normal del duelo. No se debe mentir ni
recurrir a explicaciones fantásticas o eufemismos, aunque se puede explicar de
una manera suave algunas situaciones delicadas, como en caso de suicidio del
progenitor. Se puede hablar aquí de “ataque al cerebro” y de que el fallecido
no sabía lo que hacía. Las mentiras mantenidas a lo largo del tiempo (“se ha
ido de viaje”, “volverá muy pronto”) sólo traen complicaciones. En especial, no
debemos ligar el hecho de la muerte con el sueño (que puede derivar en
trastornos del sueño) o con un viaje (que pueda dar sensación de abandono).
Es natural conservar fotografías y recuerdos del
progenitor fallecido, pero tampoco hay que
pasarse al otro extremo de dejar la casa como
si el difunto estuviese a punto de entrar en cualquier momento. No convertir la
casa en un santuario.
La fantasía de los niños puede llevarles a
considerar que algo que pensaron o dijeron en algún momento determinado fue la causa
de la muerte de la persona querida. Hay que decirles con firmeza que no ha sido
culpa suya y ayudarles a ver la diferencia entre deseo y realidad.
Es necesario mantenerse física y emocionalmente
cerca de ellos, garantizarles el afecto y compartir con ellos el dolor así como
ofrecerles modelos de actuación. El progenitor superviviente, por ejemplo, no
debe esconder su dolor y es conveniente que muestre al niño su fragilidad y sus
sentimientos y compartir con él su tristeza. Hay que comentarles que no vamos a
olvidar a la persona querida y que la vamos a seguir queriendo aunque haya
muerto. Son importantes las demostraciones físicas de cariño, con besos y
abrazos. Dedicarle mucho tiempo, con juegos y caricias.
Hay que garantizar la estabilidad y retomar lo
antes posible la normalidad de la actividad cotidiana. Nunca hay que tratar de
fingir que no ha pasado nada, o que el fallecimiento no ha ocurrido, o que la
vida del niño no va a cambiar porque no tardará en persuadirse de lo contrario.
De aquí que resulte muy necesario mantener “la rutina” y “las normas” que
existían antes del lamentable episodio, de forma que el niño no sienta que el
mundo se desorganiza o se desestabiliza. Esto ayuda a conservar un cierto orden
dentro de la confusión que se produce en estos eventos. Lo que más ayuda al
niño frente a la pérdida es la recuperación del ritmo cotidiano de sus
actividades y potenciar los elementos adaptativos existentes: colegio, amigos,
juegos, etc. No sería conveniente, por ejemplo, en esos momentos un cambio de
colegio.
Psic. Montserrat Espinosa Santamaría Lic.y Mtra. en Psicología por la UNAM
sábado, 4 de junio de 2016
Los "terribles 2"
Los padres de pequeños que se
encuentran entre los dos y los tres años suelen alarmarse al ver que su hijo “de
pronto” tienen una actitud de rebeldía, negativismo, protestan y lloran más, lo
que necesitan es sentirse autónomos y competentes ya que están dejando de ser bebés
para convertirse en niños, este comportamiento es el esperado para su edad, no
hay que preocuparse de más, siempre y cuando no agredan a los demás o a sí
mismos.
Lo que sí es importante es establecer
límites claros y no “permitirles hacer su voluntad” ya que están en una etapa
de aprendizajes para el resto de su vida, en este caso, están conociendo la
forma en que se vincularán y relacionarán socialmente además de cómo solucionar
los problemas, por lo que hay que promover la asertividad desde ahora.
Toda actitud difícil de un niño
implica un motivo subyacente, es importante lejos de etiquetar o condendar,
conocer las causas que motivan dichos comportamientos para ayudar al pequeño a
ser nuevamente feliz.
Algunas de las causas por las que
suelen presentarse estas conductas pueden ser:
·
Cambio de rutinas (de escuela, de casa, de
cuidadores principales, entre otras).
·
Comunicación inadecuada (por el tono, tipo de
lenguaje, falta de escucha activa, entre otras).
·
Defensivas (cuando se siente atacado por otro –niño
o adulto-).
·
Falta de límites (tolerancia a la frustración,
ya que no ha aprendido a ceder en sus deseos).
·
Físicas (que no vea o escuche correctamente, o
algún trastorno en el aprendizaje).
Como padres o profesores, ¿qué
podemos hacer?
ü Crear
comunicación por medio de preguntas claras.
ü Estableciendo
límites firmes y que todos los cuidadores los sigan todas las veces.
ü Identificar
situaciones específicas donde se presentan los comportamientos desadaptativos
para conocer los estímulos que los desencadenan y trabajar las causas de forma
específica.
ü Realizar
chequeo médico para descartar algún déficit sensorial.
ü Estos
comportamientos no se “corrigen” con castigos, sino con paciencia, dedicación, afecto
y compromiso.
ü El
niño debe aprender que no hay castigos sino consecuencias para sus
comportamientos, tanto los positivos como los negativos.
ü Cuando
haga berrinche, recuérden que él es el niño… nosotros como adultos NO debemos
responder con otro (gritando, diciéndole “feo o tonto, ya no te quiero”,
amenazarlo con acusarlo o golpeando), hay que demostrarle control y calma.
ü En
lugar de castigar hay que repetirle lo que se espera de él.
ü Podemos
también plantearle posibilidades que le den la sensación de control, por
ejemplo: ¿quieres el suéter negro o el rojo? Esto hará que use el suéter (objetivo
del padre o profesor) pero también le hará sentir independiente (Yo elegí el
rojo).
ü Es
muy importante siempre reforzar los comportamientos positivos, puede ser una
caricia, un halago verbal, intenta que estos sean variados, hay que evitar que asocie las conductas positivas
con regalos físicos o costosos.
Psic. Montserrat Espinosa Santamaría Lic.y Mtra. en Psicología por la UNAM
Etiquetas:
berrinches,
límites,
los terribles dos años.
domingo, 29 de mayo de 2016
Cutting
Autolesiones: Cutting
"Quien tiene un porque para vivir, encontrará casi siempre el cómo"- F. Nietzche
Las autolesiones en general, entre ellas , siempre el cutting son prácticas que llevan a cabo, principalmente niños, adolescentes y adultos jóvenes entre 10 y 25 años aproximadamente siendo en su mayoría mujeres.
Un gran problema es que estas conductas son de rápido contagio entre la población vulnerable y se están generalizando y volviendo cada vez más comunes en nuestra sociedad, además de que, en muchas ocasiones estas conductas se convierten en adicción.
Consiste en dañarse deliberadamente -quemándose, cortándose, arañándose o mordiéndose- y a escondidas para liberar su dolor y ansiedad, escondiendo estas autolesiones bajo su ropa, pulseras o muñequeras.
Se trata de falta de control de impulsos y falta de estrategias para identificar, controlar y expresar emociones y sentimientos ante las distintas situaciones que se viven y realizan estas prácticas de forma repetitiva para calmar, aliviar, olvidar o asimilar su dolor emocional, como en el resto de las adicciones (al juego, alcohol, robar, etc.).
Los lugares más frecuentes son los brazos, piernas o abdomen con pedazos de cristal, alfileres, cuchillos, tijeras, navajas o algún objeto cortante, sin embargo llegan a hacerlo en algún lugar del cuerpo. En algunos casos lo que buscan es aliviar su sufrimiento emocional, ya que no conocen otra forma de expresarlo, consideran tener el control y no buscan el suicidio.
Algunos de los síntomas son:
-Vestir con ropa cubierta aunque haga calor
-Uso de muñequeras o pulseras gruesas tapando la zona de la herida
-Irritabilidad, mal humor
-Tiempo excesivo en el sanitario o algún lugar en solitario
-Rebeldía
-Otras conductas nocivas asociadas: fumar, beber, ingerir marihuana
-Esconder objetos en su cuarto, especialmente afilados
-Manchas de sangre en ropa, toallas o sábanas.
Hay diferentes usuarios: los que lo hacen todos los días y los que realizan estas prácticas cuando están estresados, según datos de la Revista de Psiquiatría (2015) las motivaciones más comunes son:
- Aliviar un dolor emocional.
- Sensación de control.
- Deseo de morir (no necesariamente de acabar con su vida).
- Simpatizar con el grupo de amigos.
¿Qué hacer?
Acudir a un especialista de la salud, en primer momento con el psicólogo y de ser necesario, acudir a valoración psiquiátrica dependiendo el caso, siempre en tratamiento conjunto con el primero.
Etiquetas:
adolescencia,
autolesiones,
Cutting,
self injury
sábado, 12 de septiembre de 2015
ESCUELA PARA PADRES
ESCUELA PARA PADRES
El objetivo de Escuela para Padres es proporcionar a los padres de familia diversas estrategias para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios propios del proceso de desarrollo por el cual están pasando sus hijos, tanto en el ámbito emocional, afectivo, académico, como social.
Ser padre y madre no es fácil, si bien es complicado también es una de las “profesiones” más gratificantes y emocionantes que puede haber en la vida. Por esta razón es tan importante que nos preparemos como padres para encarar de manera eficaz y eficiente esta tarea de ser una guía para nuestra familia y educar a nuestros hijos para que sean personas felices y desarrolladas plenamente en todos los ámbitos de la vida.
Propuestas de Conferencias y Talleres para escuelas por población:
Talleres para padres
Talleres para niños
Talleres para profesores
Conferencias para padres
Propuestas de Conferencias y Talleres para escuelas por nivel educativo:
Lactantes-Maternal
-Estimulación Temprana (Taller para padres e hijos)
-¿Cómo me deshago del chupón? (padres)
-Límites –hora de dormir, tiempo de tv, - (padres)
-Control de esfínteres (Taller para padres)
-Juegos y pasatiempos para cada edad (maestras-padres)
-Apego (padres)
-Duelo (padres)
Preescolar
-Estimulación del lenguaje oral (Taller para padres e hijos)
-Miedos (Taller para padres)
-Juegos y juguetes (Taller para padres)
-Límites (Taller para padres)
-Sexualidad: ¿Qué es eso? (maestras, padres, niños)
-Apego (padres)
-Comunicación Familiar (padres)
-Estilos de Crianza (padres)
-Promoción de Conductas Prosociales (padres, niños, padres-niños)
-Duelo (padres)
Primaria
-Peleas entre hermanos (padres)
-Límites (padres)
-Fomento a la lectura (padres, padres-hijos, hijos)
-Problemas de aprendizaje (padres, profesores, niños)
-"El trastorno por déficit de atención en el contexto escolar". Mitos y Realidades (Conferencia para padres)
"El trastorno por déficit de atención en el contexto escolar" (conferencia para docentes)
-Comunicación Familiar (padres)
-Obesidad infantil y nutrición (Taller para padres)
-Autoestima (maestros, padres, niños)
-Duelo (padres)
Mural: Adolescencia y Autoestima.
Estimados aprendices de los grupos: 158, 159 y 162 del Ciclo lectivo 2015-B del Colegio de Bachilleres Plantel 20. Esta es la entrada para que suban su producto de aprendizaje y reflexión sobre lo que desean plasmar en el Mural de Adolescencia y Autoestima que será colocado el día Miércoles 30 de Septiembre en el plantel y corresponde al 40% de su calificación en el primer bloque de la asignatura Orientación I.
Les recuerdo que hay que elaborar su producto y subirlo en una diapositiva de Power Point a más tardar el próximo miércoles 16 de septiembre a las 23:00 hrs.
Hay que comentar esta entrada, subir su archivo en formato de imagen, indicar su nombre y apellidos, grupo, día y hora de clase.
Que tengan excelente fin de semana y disfruten su día de asueto.
Saludos:
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